«El litigio y controversia existentes entre ellos a propósito de un salario convenido fue así. Evatlo, un joven rico, estaba muy deseoso de aprender elocuencia y de defender pleitos. Se confió a las enseñanzas de un maestro como Protágoras y prometió darle como pago una crecida suma de dinero, conviniendo en todas las condiciones establecidas por Protágoras: le entregó la mitad al comienzo del mismo, antes de empezar las enseñanzas, comprometiéndose a pagar la otra mitad el primer día que defendiera una causa antes los jueces y la ganara. Luego fue discípulo y seguidor de Protágoras durante mucho tiempo e hizo grandes progreso en el estudio de la elocuencia; pero, como no recibía encargo alguno de causas judiciales y el tiempo transcurrido era ya mucho, dando la impresión de que obraba así para no pagar el resto del salario convenido. Protágoras tomó una decisión que en aquel momento le pareció astuta: entabló un pleito contra Evatlo.
Habiéndose presentado los dos ante los jueces para, respectivamente, defenderse de la acusación y probar la misma, Protágoras comenzó a hablar así: “Aprende, tontísimo muchacho, que en cualquiera de los casos me has de pagar lo que pido, tanto si la sentencia te es favorable como si no. Porque, si el pleito te es adverso, el salario deberá serme pagado por sentencia del juez, por haber ganado yo; en cambio, si la sentencia te es favorable, el salario deberá serme pagado por haber ganado tú”.
A esto respondió Evatlo: “Pude haber salido al paso de esta artimaña tuya tan capciosa, no habiendo asumido yo el papel de defensor, sino habiéndome puesto en manos de otro abogado. Pero mi placer en esta victoria es mucho mayor al ganarte, no sólo en el pleito mismo, sino también en este tipo de argumentación. Aprende también tú, sapientísimo maestro, que en cualquiera de los dos casos no te abonaré el dinero que reclamas, tanto si la sentencia te es favorable como si no. Porque, si los jueces resultaran favorables a mi causa, en virtud de su sentencia no se te deberá nada, por haber ganado yo; en cambio, si se pronunciaran contra mí, no te deberé nada, de acuerdo con nuestro convenio, porque no habré ganado».
Aulo Gelio: Noches áticas, I, Libro V. Universidad de León, págs. 241-242. León, 2006
TGO
“You see, dogs like us, we ain’t such dogs as we think we are.”
Marty (1955)
Talleres de artistas famosos Famous artists’ studios
Fifth Avenue in Winter, 1901, Childe Hassam
Portrait (Stanisław Lenartowicz, 1977)
aperturefnd “What slogan was he brandishing on that banner? Who was he? What happened to him? His statement may have made headlines, but he remains forever anonymous, caught up entirely in his own activism.” —Don McCullin . Ending tomorrow! Collect this signed Don McCullin print and over 120 others for just $100 during the @magnumphotos Square Print Sale in Partnership with Aperture. Link in bio. . Sale ends Friday November 1 at midnight EST. . Image: Don McCullin, Protester, Cuban Missile Crisis, Whitehall, London, 1962 © Don McCullin #MagnumSquare
ᏟᎡᎬᎠᏆᎢᏚ ᎪᏴᎾᏙᎬ
“Ok, this is the helmet you’ll be wearing. I think you’ll find it to be more than sufficient.”
“How will everyone know it’s mine?”
“Because nobody else has one.”
“Having no label on the helmet is highly illogical.”
“Ok, we’ll put your name on it. Jesus.”
Artwork from The Lobster (d. Yorgos Lanthimos, 2015).